“Baños del Carmen”

 

Hay un trozo de mundo

huido de la desgracia

que supone la muerte.

 

Una tierra que parió

árboles y sombras,

y poemas naciendo

entre las ramas

y retazos de vidas esparcidos

por una orilla que no se cansa

de contemplar atardeceres.

 

Hay un lugar en el sur

que todavía existe,

ajeno a las garras que se le ciernen,

calla como si no estuviera condenado,

respira de eucaliptos y mareas,

se alimenta de las personas que lo habitan.

 

Ese oasis de tiempo detenido

en el preciso instante de la belleza

está de cemento y prosa amenazado.

 

Quieren inocular un cáncer

en las venas de nuestra memoria.

 

Quieren desfigurarnos los recuerdos

para así más fácil inventarnos el futuro.

 

Pretenden llenarnos el corazón de ladrillos

y que enmudezcan de desamparo nuestras voces.

 

Sólo nos queda gritar vida

a la cara de aquellos

que decidieron robarnos un trozo.

 

Nos queda reunirnos

junto al mar y los eucaliptos

y apurando los exánimes latidos

de nuestro lugar en el mundo

aprender el modo de salvarlo,

la manera de hacerlo huir, otra vez,

de la desgracia que supone

la muerte.

La aprobación de los Baños del Carmen, pendiente de Costas

 

 

 

 

 

Tradición. El principal afectado en este proceso es el astillero Nereo, que se opone al proyecto.  Arciniega

Este proyecto supera la información pública y sólo queda que el Gobierno
lo vise. El rescate de concesiones se negociará para finales de este año

MIGUEL FERRARY. MÁLAGA El proyecto de regeneración de los Baños del Carmen ya ha superado su último trámite administrativo y ha sido remitido a la Dirección General de Costas para su aprobación definitiva, algo que se espera que se produzca en las próximas semanas.
Ya está próximo el fin a casi siete años de trámites, tras superar el proyecto el proceso de información pública que comenzó a finales de enero de este año y que ha necesitado de un largo proceso de estudio de las alegaciones presentadas en la Demarcación de Costas. Tras redactar los informes correspondientes y el estudio de éstas, el proyecto fue remitido hace unos días a la Dirección General de Costas, en Madrid, para su aprobación definitiva en las próximas semanas.
Una vez conseguido el visto bueno del Gobierno, las obras de este proyecto estarán en condiciones de salir a concurso. No obstante, quedará un escollo a salvar justo antes y es el rescate de las concesiones, un paso necesario para la aplicación del proyecto.
Costas espera iniciar la negociación antes de final de año, con idea de llegar a un acuerdo con los concesionarios o, llegados a un caso extremo, proponer la expropiación.
El más afectado por este proceso es el astillero Nereo, con una gran tradición en la zona y que se ha opuesto en numerosas ocasiones al proyecto que le obligaría a desaparecer de su ubicación tradicional.
Estos astilleros han encontrado el apoyo en diversos grupos ecologistas y vecinos agrupados en la Plataforma en Defensa de los Baños del Carmen, que consideran que la propuesta de Costas es muy agresiva al eliminar una de las pocas playas naturales que quedan en el municipio, ya que se plantea la regeneración para obtener 50 metros de arena.
Esta plataforma también critica el proyecto municipal de remodelación de los jardines del viejo balneario y la conexión de los paseos marítimos de Picasso y Pedregalejo. En este sentido, las principales quejas se centran en la pérdida de masa arbórea y de la actual privacidad que tienen los antiguos baños.
La inversión que se realizará en los Baños del Carmen, entre la remodelación de la playa y la reordenación de los jardines y el balneario, rondará los 13,1 millones de euros, con un plazo de ejecución de unos 24 meses.
El proyecto para regenerar la playa incluye el aporte de 91.500 metros cúbicos de arena para crear dos playas y que se introducirán en el mar hasta una profundidad de seis metros. La arena tendrán su origen en yacimientos terrestres, aunque Costas cuenta con el aporte eventual de los arroyos Jaboneros, Gálica y Totalán para su regeneración. Para ello se construirán dos espigones, en los límites de la zona, que evitarán la pérdida de arena por las corrientes marinas.